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Soy médico deportivo y hay tres formas de frenar el declive que comienza en los hombres a los 42 años

El envejecimiento nos preocupa a todos, especialmente cuando los años se van acumulando. A medida que avanzamos en la vida, nos surgen inquietudes relacionadas con la salud, la vitalidad y la calidad de vida en el futuro. Nos enfrentamos a la realidad de que el paso del tiempo trae consigo cambios físicos, cognitivos y emocionales que pueden afectar nuestra rutina diaria y nuestras relaciones.

Sin embargo, es crucial adoptar una perspectiva positiva y proactiva hacia el envejecimiento, buscando maneras de mantener la salud, la actividad mental y el bienestar emocional.

Según el doctor Luis Montel, especialista en medicina deportiva y que durante muchos años trabajó en la clínica Vertebri, del Atlético de Madrid, “a partir de los 42-45 años, comienza la fase de declive. En algunas personas antes, y en otras, mucho después. A partir de ese momento, el organismo comienza a perder células y no podrá crecer más. Si la fase de declive se produce a los 41 años, la fecha final de la vida podría estar alrededor de los 75-82 años. Si el punto crítico aparece a los 55, podemos llegar fácilmente a los 100”.

El doctor acaba de publicar su primer libro que habla justamente de esto. Se titula ‘Los tres reinos de la longevidad: Sexo, alimentación y estilos de vida’ y, para saber un poco más del tema, hemos querido hacerle algunas preguntas al respecto.

¿Cuál fue la motivación principal para escribir ‘Los tres reinos de la longevidad’?
Todo empezó con mi trabajo para el Atlético de Madrid entre 2012 y 2018 junto al equipo médico dirigido por el doctor José María Villalón. Durante esos años trabajamos extensamente con métodos poco invasivos como las células madre, la ozonoterapia o la cámara de oxigenación hiperbárica. Ese fue el inicio de todo, comenzamos a trabajar en la reincorporación rápida de los atletas mejorando la nutrición, optimizando los entrenamientos, corrigiendo errores, superándonos a nosotros mismos… Aquellos años lo ganamos todo, y fue en ese ambiente donde comenzó el amor y el deseo de luchar contra el envejecimiento celular y el deterioro orgánico.

En su libro trata el tema del declive celular y de cómo está relacionado con la esperanza de vida. ¿En qué consiste ese proceso?
El organismo tiene la potencialidad innata de mantenerse sano y activo para realizar las funciones normales de la vida porque en sí el fin de la vida es mantenernos como especie y resistir los cambios tanto del medio interno como del medio externo, pero para mantener un equilibrio, necesitamos que nuestras células de dividan y multipliquen de manera sana para de esa manera reparar daños y corregir desordenes bioquímicos.

Para todo ese entramado de reacciones químicas, la reconstrucción orgánica el organismo tiene una disponibilidad de recursos que no son infinitos y se van gastando dependiendo del estilo de vida, dependiendo de los nutrientes que aportamos a nuestro organismo y a la estimulación neuroemocional que provoca la emisión de una señal de la necesidad de seguir en la vida interactuando como individuo social activo, dando lugar a la necesidad de la estimulación sexual como factor crucial para general mediadores hormonales que activen el metabolismo.

Me gustaría repasar los 3 factores que usted dice que lo retrasan. ¿Por qué el sexo retrasa el envejecimiento celular?
La finalidad biológica de la vida es la reproducción y la procreación. El periodo de existencia de un vertebrado superior mamífero como el ser humano tiene tres periodos principalmente: infancia (fase de crecimiento), adolescencia (maduración sexual y orgánica en general) y adultez (fase reproductiva y generación y cuidado de la descendencia). Luego comienza la fase de decaimiento y pérdida de condición física, dando inicio a la etapa de adulto mayor.

Si tomamos una recta donde el punto A es el inicio en el nacimiento y el B el punto final de la vida, en el adulto mayor veremos claramente que mas del 70% de la vida transcurre en la etapa sexual activa. Ya luego los próximos 20-25 años serán los de decadencia. Por lo que mientras más tiempo podamos mantener la llama de deseo sexual y la motivación del contacto personal, eso será una señal de activación neurógena que se desdoblara en necesidad de sustento hormonal y bioquímico que incitará al organismo a regenerar y formar nuevas células en todos los órganos, no dejando que caduquen sistemas por falta de uso.

Hay que recordar que lo que no se usa orgánicamente se atrofia e involuciona. Además, con esa motivación, damos potencialidad de salida de mediadores del ADN como son el ADN mensajero y el ARN mitocondrial, activando el metabolismo, haciendo que la potencialidad de vida se alargue mucho mas aún.

¿Me podría dar ejemplos de qué tenemos que hacer para que el sexo retrase el envejecimiento? ¿Podría explicar cómo influye la testosterone en todo esto y qué recomendaciones tiene para mantener unos niveles saludables?
La testosterona es la reina de la felicidad, la hormona que provoca el mantenimiento del músculo y el hueso en estado óptimo, es la que trae consigo el deseo sexual y la necesidad de búsqueda, además de ser la encargada de la regulación del nitrógeno orgánico. Cuando está baja, perdemos proteínas.

La testosterona tiene que ver con la regulación de apetito, la fuerza muscular y la fuerza explosiva. También es un antidepresivo orgánico: si hay testosterona, hay alegría, y esto va tanto para el hombre como la mujer. La testosterona juega un papel, junto con la insulina, en la generación de masa muscular magra, disminución y distribución de la grasa corporal. También ayuda con la depresión resistente al tratamiento.

En cuando a las recomendaciones, primero la alimentación variada sin que falten elementos marinos, algas, pescado fresco, verduras ecológicas, aceites vegetales, escapar de una vez de la comida frita y las grasas trans y saturadas que consumen nuestra testosterona libre.

Realizar ejercicios de fuerza de manera seria y esto va para todos. No vale con correr 5-8 km sin hacer ejercicios de fuerza al menos 3 veces por semana. Salir a tomar el aire libre y tomar el sol ya que la actividad y la cantidad de testosterona está en relación con la cantidad de vitamina D.

Tomar hongos beneficiosos como el cordiceps, además de algas marinas o elementos vegetales como la maca, el tribulus terretris o la moringa, serían una opción a valorar en pacientes con índices bajos de testosterona. Si con la conducta de medicina natural no se equilibran, sería probable que la suplementación con testosterona de depósito sea una opción.

Otra manera es tratar de no dejar de estimularse sexualmente, ya sea con tu pareja o solo, siempre manteniendo el control de esta última, al menos una vez por semana. Una conducta sexual sana en un adulto mayor, como mínimo, es mantener relaciones sexuales al menos 4 veces al mes, o lo que es lo mismo, una vez por semana para mantener la descarga de semen y así descongestionar la próstata y estimular la producción de testosterona.

En el capítulo III y IV de su libro, se abordan temas de nutrición y metabolismo. ¿Cuáles son los principales puntos que destacaría en relación con estos temas y su impacto en la longevidad?
Hay que diferenciar la alimentación de la nutrición. Son cosas muy diferentes. Te puedes alimentar con ciertos alimentos y estar nutriéndote mal.

El principal nutriente del organismo es el agua. Por lo general tomamos cantidades ridículamente pequeñas de agua. Deberíamos tomar al menos 2,5 litros. Y tomarla entre comidas, para que hidrate y no se mezcle con los alimentos. El otro nutriente esencial es el oxígeno. Respiramos mal, con inspiraciones cortas y superficiales, por lo que recomendamos el método 1 2 3 (contar 1 2 3 segundos para la inspiración, retener 1 2 3 segundos y expulsar lentamente 1 2 3. Hacerlo al levantarse, en la tarde y antes de acostarse. Esta sencilla respiración hará que el cuerpo equilibre el CO2 y se alcalinice, mejorando la bioquímica orgánica.

El objetivo de la dieta saludable es mantener las proporciones de los distintos nutrientes: el 30% proteína, especialmente pescado y masa magra, por lo general a la plancha o vapor. Nunca frito. El 40% de materia vegetal, ya sea en menestras de verduras a la parrilla o en ensaladas frescas. Y el otro 30%, de carbohidratos, que bien pueden ser tubérculos o arroz. No tomar harinas de maíz o trigo, así como incluir la avena como posibilidad. El plato debe estar dividido en estos tres departamentos.

En los capítulos VII y VIII, explora los secretos del deporte para la longevidad. ¿Podría compartir algunos de estos secretos y cómo afectan positivamente la duración y calidad de vida?
Se ha comprobado que los pueblos más longevos son aquellos en los cuales se realiza una actividad física continua. Es decir, suben cuestas, laboran en el campo, se mantienen activos y llegan a los 95 años con buena salud e independencia física. Por ejemplo, en Okinawa, Japón; en las montañas de Bulgaria; en Siberia; en algunos pueblos de Italia (es el país más longevo de Europa). En todos ellos, la actividad física mejora la oxigenación y la alcalinidad, preservando mejor las células.

En el caso del deporte para mejorar la longevidad, es el ocio el que triunfa con una actividad moderada al menos 3 veces por semana. Alternando ejercicio de fuerzas aeróbicos y de coordinación aumenta la expectativa de vida considerablemente. El deporte de alta competición, por lo general, no es el propicio para alcanzar altas tasas de longevidad, ya que es muy desgastante y lesivo. Los deportistas deben estar bien atendidos por médicos deportivos, para adelantarse a los daños físicos. Pero un ejercicio moderado sí ayudará a mejorar la expectativa de vida, unido a una nutrición óptima, ya que somos lo que comemos.

Fuente: https://www.menshealth.com/

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